En Filosofía
Numinoso
Numinoso
n filosofía, el término «numinoso» fue introducido por el teólogo y filósofo alemán Rudolf Otto en su obra «Lo santo» (1917). Se utiliza para describir una experiencia o cualidad que evoca una sensación de lo sagrado, lo trascendental o lo divino. El numinoso es una dimensión de lo religioso y se refiere a la experiencia de lo tremendum et fascinans, es decir, lo aterrador y a la vez fascinante.
El numinoso trasciende lo meramente racional y se relaciona con una experiencia profunda y misteriosa que puede generar asombro, reverencia, temor y admiración. Otto describe al numinoso como algo «totalmente otro» que se manifiesta en lo sagrado y que supera la comprensión humana. Es una experiencia que nos confronta con lo desconocido y nos hace sentir nuestra propia insignificancia y dependencia frente a lo divino.
El numinoso se caracteriza por su carácter irracional y no conceptualizable. Es una experiencia que trasciende los límites de la razón y se vive en un nivel más intuitivo, emocional y espiritual. La presencia del numinoso puede manifestarse en diversas formas, como la sensación de lo sublime ante la naturaleza, la experiencia de lo sagrado en el culto religioso, o incluso en encuentros con lo sobrenatural o lo extraordinario.
Es importante mencionar que la noción de lo numinoso no está restringida a una única tradición religiosa, sino que puede ser experimentada en diferentes contextos culturales y religiosos. Otto argumenta que el numinoso subyace en la raíz de todas las religiones y es una experiencia fundamental de la condición humana.
En resumen, el numinoso en filosofía se refiere a una experiencia o cualidad que evoca una sensación de lo sagrado y lo trascendental. Es una experiencia irracional, profunda y misteriosa que nos confronta con lo divino y nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia y nuestra relación con lo sagrado.