En Filosofía
Maniqueísmo
Maniqueísmo
El maniqueísmo es una corriente filosófica y religiosa que se originó en el siglo III d.C. y fue fundada por Mani, un profeta y maestro religioso. El maniqueísmo propone una cosmovisión dualista que plantea una lucha eterna entre dos principios opuestos y fundamentales: el bien y el mal.
Según el maniqueísmo, el universo está dividido en dos reinos en conflicto: el reino de la luz, representado por el bien, y el reino de la oscuridad, representado por el mal. Estos dos principios cósmicos son considerados como entidades metafísicas independientes y en constante batalla. El bien se asocia con la luz, la verdad, la virtud y la espiritualidad, mientras que el mal se asocia con la oscuridad, la ignorancia, el pecado y la materialidad.
El maniqueísmo postula que el origen del mal radica en la mezcla de partículas de luz y oscuridad que conforman el mundo material. Según esta visión, la liberación del alma consiste en liberarse de las ataduras del mundo material y regresar al reino de la luz. Se enfatiza la necesidad de purificar el alma a través de la ascética y la renuncia a los placeres terrenales.
El maniqueísmo influyó en diversas corrientes filosóficas y religiosas a lo largo de la historia, y su impacto se puede encontrar en el gnosticismo, el dualismo religioso y la teología cristiana. Sin embargo, el maniqueísmo fue objeto de críticas y condenas por parte de otras tradiciones religiosas y filosóficas, especialmente en el cristianismo y el islam.
En resumen, el maniqueísmo es una corriente filosófica y religiosa que plantea una visión dualista del universo, con una lucha constante entre el bien y el mal. Su enfoque se centra en la liberación del alma a través de la renuncia a los placeres terrenales y el retorno al reino de la luz. Aunque el maniqueísmo no es ampliamente practicado en la actualidad, su influencia histórica y filosófica sigue siendo objeto de estudio y debate.