En Filosofía
Mayéutica

La mayéutica es un término filosófico que proviene del griego y se atribuye a Sócrates, el célebre filósofo de la antigua Grecia. La mayéutica se refiere a un método de enseñanza y diálogo que busca ayudar a las personas a descubrir y desarrollar su propio conocimiento y comprensión, a través de un proceso de interrogación y reflexión.

Sócrates, en lugar de impartir conocimiento directamente a sus discípulos, adoptaba un enfoque de cuestionamiento sistemático para estimular el pensamiento crítico y la autoconciencia. A través de una serie de preguntas, Sócrates guiaba a sus interlocutores a examinar sus creencias y opiniones, a cuestionar supuestos y a descubrir la verdad por sí mismos. Este proceso se asemejaba al acto de «dar a luz» a ideas y conocimientos que ya estaban latentes en la mente de las personas, de ahí el término «mayéutica», que significa «partería» en griego.

La mayéutica se basa en la idea de que el conocimiento no es algo que se transmita de manera pasiva, sino que debe ser construido activamente por el individuo a través de la búsqueda, la reflexión y el cuestionamiento. El objetivo de la mayéutica no es solo obtener respuestas correctas, sino también estimular el pensamiento crítico, fomentar la autodisciplina intelectual y desarrollar la capacidad de razonar y argumentar de manera lógica.

En el diálogo mayéutico, el filósofo o el maestro adopta el papel de un «partero» intelectual, cuyo objetivo es ayudar a dar a luz a las ideas y el conocimiento latente en la mente de las personas. Al formular preguntas, el facilitador guía a los estudiantes o interlocutores a reflexionar sobre sus creencias, examinar sus supuestos y enfrentar las contradicciones o falacias en su pensamiento.

La mayéutica ha sido una influencia significativa en la filosofía y la pedagogía, destacando la importancia del diálogo, la interrogación crítica y el desarrollo del pensamiento autónomo. Además, el enfoque mayéutico resalta la idea de que el verdadero conocimiento es un proceso activo y participativo, en el que cada individuo tiene un papel activo en la construcción y el descubrimiento de la verdad.