En Filosofía
Monada
Monada
En filosofía, el término «monada» se remonta a la filosofía de Leibniz y se utiliza para describir una entidad fundamental e indivisible que constituye la base de toda la realidad. La noción de monada está estrechamente ligada a la teoría metafísica de Leibniz, conocida como «monadología».
Según Leibniz, las monadas son sustancias simples y unitarias que poseen una existencia única e inmutable. Son entidades indivisibles, no extensas y sin partes. Cada monada es única en sí misma y representa una realidad autónoma y completa. Aunque las monadas no tienen extensión espacial ni están sujetas a la división física, tienen percepción y actividad interna.
Leibniz describe las monadas como «ventanas» a través de las cuales se refleja el universo completo. Cada monada contiene en sí misma una representación de todo el universo, pero lo refleja desde su perspectiva individual. Además, cada monada está en constante cambio interno, experimentando una serie de percepciones y estados que se corresponden con su naturaleza y posición en el universo.
Las monadas no interactúan directamente entre sí, ya que son entidades cerradas e indivisibles. Sin embargo, Leibniz sostiene que existe una armonía preestablecida en el universo, lo que significa que las percepciones y los estados de las monadas están sincronizados en perfecta correspondencia. Aunque las monadas no se influyen mutuamente, sus acciones y percepciones están coordinadas de manera armónica.
En resumen, en filosofía, una monada se refiere a una entidad fundamental e indivisible que constituye la base de toda la realidad según la teoría de Leibniz. Son sustancias simples y únicas que poseen percepción y actividad interna, pero no interactúan directamente entre sí. Cada monada refleja el universo completo desde su perspectiva individual y está en armonía preestablecida con las demás monadas.