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En Filosofía
Devenir

Devenir

En filosofía, el concepto de «devenir» se refiere al proceso de cambio o transformación constante que experimenta el mundo y todo lo que hay en él. La noción de devenir está estrechamente relacionada con la idea de que la realidad no es estática o inmutable, sino que está en constante flujo y movimiento.

El término «devenir» proviene del francés y se deriva del verbo «devenir», que significa «convertirse» o «llegar a ser». En filosofía, se utiliza para describir el proceso de cambio y transformación que ocurre en todos los aspectos de la realidad, desde lo físico hasta lo conceptual.

El concepto de devenir se opone a la idea de ser o esencia fija. En lugar de concebir la realidad como algo estático y definido, se enfoca en el flujo y la dinámica del cambio. Según esta perspectiva, todo en el universo está en constante devenir, es decir, en un proceso de transformación y transición hacia algo nuevo.

El filósofo francés Henri Bergson fue uno de los principales exponentes del concepto de devenir. Para Bergson, el devenir era fundamental para comprender la verdadera naturaleza del tiempo y la vida. Sostenía que la realidad no podía ser reducida a entidades fijas y separadas, sino que debía ser entendida como un flujo continuo de devenir.

El devenir implica una concepción dinámica del mundo, donde las cosas y los eventos están interconectados y se influyen mutuamente. No hay una línea clara que marque el inicio o el final de un proceso de devenir, ya que todo está en constante transición.

En resumen, el devenir en filosofía se refiere al proceso de cambio y transformación constante que ocurre en la realidad. Es la noción de que todo en el universo está en un flujo continuo, en constante transición hacia algo nuevo. El concepto de devenir nos invita a abandonar la idea de una realidad estática y nos sumerge en la comprensión de un mundo en constante movimiento y transformación.